Desayuno sencillo con espárragos frescos, listo en tan solo siete minutos.
Preparación:
Pon los espárragos a hervir. Mientras tanto, casca un huevo fresco en una taza.
Pasados dos minutos, saca los espárragos del agua y colócalos en un plato. Reduce el fuego (el agua debe hervir ligeramente, pero no demasiado, para que las burbujas no te «rompan» el huevo) y añade el huevo. Cuécelo dos minutos y colócalo por encima de los espárragos.
Para terminar, añade sal y ya puedes disfrutar de tu desayuno.